Camina por la vida
con una vara de medir en la mano
mirando a todos de arriba a abajo.
Un poco corto.
Demasiado largo.
Nada es perfecto.
De normal no usa su regla,
con una ojeada le basta.
Pero si protestas la saca.
Te mide.
Se mide.
Sonríe y dice.
Ya lo sabía.
Y se aleja calle arriba sin mirar atrás
con su vara en la mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario