11/07/2012

ESTRELLAS

Miro al cielo y veo 
que allí ya no se encuentran las estrellas.
En la noche misma se desvanecieron. 
El hogar de los dioses
selló sus puertas 
y nuestras guías de odiseas y descubrimientos 
nos han abandonado huérfanos.
Ahora reina  el destello del neón de los anuncios
cuyo obsceno reflejo 
de minúsculas bombillas
eclipsa galaxias enteras.
Nuevos dioses y oriones
en nuestro deambular por el desierto.
Pero cuando ese falso resplandor desaparece
volvemos a sentir aquella fascinación 
que nuestros antepasados sintieron 
en la noche de los tiempos.


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