GUANTE ABANDONADO

Siempre lo encuentras solo.
A veces durmiendo en el suelo.
Otras en un banco tumbado.
O al sol en una valla.
Separado del hermano
que regresó a casa,
donde le espera en un rincón, 
también olvidado.
Inútiles sin su compañero,
con el tiempo
una mano caritativa los arrojará
a una bolsa de basura,
entre mondaduras,
huesos roídos y 
calcetines rotos.
Con el tiempo,
quizás el azar haga 
que se reúnan en un vertedero,
y entrelacen sus dedos.
Y entonces busquen un maniquí abandonado 
cuyas manos
les den vida otra vez.

MI FUTURO

Salté al futuro
tras haber cortado las cuerdas
que me ataban.
Pensé que si no lo hacía antes,
mi cuello se enredaría en ellas
y moriría ahorcado.
Ahora sin ellas
floto en el vacío.
Chocando contra cristales de hielo
que cuando agarro
cortan mis manos.
Sin nada que me sujete,
gravito hacia todo lo que me rodea
sin detenerme en nada.
Todo pasa ante mis ojos
como estrellas fugaces 
que se convierten en cenizas.
Busco la amnesia permanente
borracho de porvenir.