2/08/2016

COMO UN LIBRO ABIERTO

Te detuviste ante mí
con tus páginas de par en par abiertas,
esperando que yo las viera.
Y yo te leí en un idioma 

en el que no estabas escrita.
Cerraste tu libro 
y te fuiste
sin saber que decías. 
El tiempo ha pasado más hojas,
y aunque a veces releo algunas antiguas,
sigo sin entender lo que hay 
o hubo en ti escrito.
Inventé nuevos lenguajes,

busqué diccionarios que te tradujeran,
pero ninguno me servía.

Quizás nunca hubo nada en ellas.
Eran sólo blancas cuartillas

esperando que fuera yo 
el que escribiera 
para que tú las leyeras.




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