11/01/2010

JOHN COUGAR MELLENCAMP

Sonaban lejanos los últimos acordes de una canción de REM mientras bajaba las escaleras. Quizás fuera "Everybody hurts", no me dio tiempo a reconocerlos.

Miré hacia la pantalla. Todavía quedaban 4 minutos para el siguiente tren dirección al centro.

Me senté en el banco y enseguida sonó otra canción. John Cougar Mellencamp, "Hard Times for an Honest Man". La verdad, no sonaba mal tampoco. Allí sólo, con una guitarra y sin que nadie le prestara demasiada atención.

Mientras, la chica sentada a mi lado empezó a buscar algo en su bolso. Sacó su cartera. No, no estaba allí. Continuó su búsqueda por los bolsillos del mismo. Parecía que tampoco allí. Finalmente hundió su mano derecha con decisión hasta el fondo del mismo como temiendo encontrar allí cualquier animal u objeto que le mordiera y sacó una amalgama de cosas que parecían llevar bastante tiempo allí perdidas sin que nadie les hubiera molestado en aquella oscuridad abisal.

Para entonces John Cougar había ya languidecido y Red Hot Chilli Peppers se mezclaba con el estruendo de las ruedas metálicas el deslizarse sobre las vías, el chirrido de frenos y el ruido de la gente chocándose al entrar o salir de los vagones.

Ella se levantó y sin sonreír le dio una tarjeta que había separado de algunos papeles de caramelos vacíos y pañuelos de papel usados.

- " Yo también canto y toco la guitarra"

Yo me acerqué y dejé también caer mi tarjeta en la funda de su guitarra. La foto no se parecía en nada a mí. Más bien a algún Presidente de los Estados Unidos.

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